Hay sólo un aspecto importante para disfrutar de una vida feliz y es recordar quien eres, saber quien eres… Pero mientras transitamos en ese descubrir hay tres áreas en tu vida que son pilares para empezar a disfrutar de una vida feliz. Una canción las identifica cláramente: SALUD, DINERO, Y AMOR… ¿Te suena? Pues resulta que tus CREENCIAS respecto a cada uno de estos aspectos de tu vida son lo que dan forma a lo que experiementas cada día. ¿QUIERES CAMBIAR ALGO?
Resulta además que las cosas no son como las vemos, si no que las vemos de acuerdo a como las interpretamos, debido a nuestras memorias. Y aquí podemos entrar en el tema de la manipulación a la que estamos siendo todos sometidos desde incluso antes de nacer por parte de la familia, religión, sistema edúcativo, los gobiernos, empresas e instituciones. El cambio es posible
Con esta pagina y el resto que llevo editando desde hace años quiero ayudarte sobretodo a recordar quien eres, a entender por que tu vida es como la estás experimentando, y como recuperar tu poder. TODO se puede cambiar. Tu salud, tu forma física, tu peso, tus miedos, tus fobias, las adicciones de todo tipo, los desequilibrios emocionales, tus dependencias, tu economía, tu aspecto, tus relaciones… TODO, TODO, TODO…
Pero en primer lugar vamos a descubrir tu VERDADERA voluntad. Hay mucho que borrar, juntos podemos acceder a tus memorias internas, esos “programas” que construyen tu vida y cambiar lo que “hasta ahora” de manera inconsciente había estado creando tu vida. Para que en tu crear diario (ese es tu poder y no se puede cambiar) seas ahora CONSCIENTE de tu creación… ¿QUIERES CAMBIAR ALGO?
Vamos a empezar desde donde estás, te voy a demostrar como tú has creado tu vida. Y desde ahí, desde tu “realidad” desde la responsabilidad y el reconocimiento de tu verdadera identidad vamos a descubrir tu propósito y a alinear tu vida con el.
“Yo no puedo enseñaros nada, sólo puedo ayudaros a buscar el conocimiento dentro de vosotros mismos, lo cual es mucho mejor que traspasaros mi poca sabiduría” Sócrates.